Bien es cierto que todavía no son mayoritarios ni siquiera dentro de los vehículos catalogados como ecológicos, pero los coches eléctricos cada vez tienen más protagonismo en España gracias a la nueva generación de baterías eléctricas.
Por tanto es interesante conocer las particularidades de la conducción de este tipo de coche respecto a un convencional propulsado por gasolina o gasoil.
Lo dividimos en 5 puntos:
1- Aceleración instantánea
Ten en cuenta que los coches eléctricos no tienen en su inmensa mayoría embrague ni caja de cambio, por lo que en la práctica funcionan como un coche automático. Si a esto le unimos que el par motor máximo es instantáneo desde 0 revoluciones por minuto, tenemos que la aceleración es notoriamente más rápida en los primeros metros que en un coche convencional. Por tanto es recomendable pisar el pedal del acelerador de manera suave y progresiva si no queremos tener sustos en determinadas situaciones.
2- Más importancia del freno motor
Otro detalle que se nota rápidamente al conducir un coche eléctrico es el hecho de que al dejar de acelerar el vehículo pierde velocidad mucho más rápido que la retención propia de los coches gasolina o diésel.
Esto es debido al sistema de recuperación de energía que incluyen para cargar parcialmente las baterías en plena marcha. Por tanto anticipar las deceleraciones dejando de pisar el acelerador es más factible que usar el freno.
3- El motor apenas emite sonido
El funcionamiento de un motor eléctrico es mucho más silencioso que un motor térmico, lo que en la práctica dispone un coche que apenas emite sonido de marcha.
Esto puede ser peligroso de cara a peatones o ciclistas que no se den cuenta de nuestra presencia ante la falta del sonido del motor, por lo que es algo a tener en cuenta por el conductor. Hasta que no se popularicen de verdad, no está previsto que haya leyes encaminadas a obligar a este tipo de coche a emitir un sonido de motor artificial.
4- Usar el climatizador de manera inteligente
Ten en cuenta que sistemas como el aire acondicionado o la calefacción tiran de la carga eléctrica del coche. Esto quiere decir que mientras en un coche convencional supone aumentar el consumo de combustible, aquí afecta a la autonomía general del vehículo.
Por tanto es recomendable usar sistemas automáticos de climatización por control remoto antes de subirnos al coche mientras éste todavía se está recargando en lugar de ya dentro del coche tirando de la batería.
5- Planificar la ruta
Por kilómetros de autonomía y sobre todo por los tiempos de recarga, hoy por hoy es necesario que cualquier ruta que vayamos a realizar con un coche eléctrico esté pensada de antemano. Sobre todo es importante el uso de aplicaciones que identifiquen los puntos de recarga rápida (normalmente al 80% de carga en media hora) en nuestro camino de cara a maximizar el número de recargas de la batería que se pueden hacer en un día en caso de ser necesarias.
Esperemos que esta sencilla guía te sirva para saber si este tipo de coche te sirve para tu día a día y si se adecua igualmente a tus gustos como conductor.
